Sola en casa con mi hijo

      Hola mi nombre es Julia, tengo 45 y 2 hijos, una niña y un niño, mi esposo y yo peleábamos mucho y al final nos divorciamos meses antes de que naciera mi segundo hijo, pasaron los años y a mi hija también la embarazaron y la dejaron, solo que más joven, a los 19 mi hija ya era mamá y me hizo abuela muy joven, yo quería seguir saliendo y disfrutar, pero el cuidar a mi nieta de su madre irresponsable me daba más tranquilidad de saber que no le faltaría nada a mi niña. Bueno el punto es que eso desencadeno en algo que yo nunca hubiera pensado, el papá de mi nieta pasaba por ella cada 15 días para llévasela los fines de semana, y nos quedábamos en casa mis hijos y yo, pero un tiempo a mi hija le dio por salir cada fin de semana que no estaba su hija, así que me quedaba sola con mi hijo, al mismo tiempo yo notaba que mi hijo me veía de cierta forma lasciva que al principio me parecía raro e incómodo, pero conforme pasaba el tiempo vi que era más atrevido y que incluso entraba cuando me estaba cambiando sin permiso y me empezaba a contar algo o a preguntarme algo y yo me sentía incomoda porque aunque es mi hijo era raro que me estuviera viendo desnuda, oh que inocente era, cuando limpiaba la casa él se ponía con su celular en el sillón y se me quedaba viendo, claro en cuanto volteaba a verlo volteaba la mirada a su celular, yo pensaba que se la pasaba en sus redes sociales, pero después me confeso que me estaba grabando para después masturbarse.

     Después de un tiempo de ser tentada constantemente por mi hijo, la cosa paso de parecerme extraña a parecerme excitante, cuando me bañaba y antes de dormir me tocaba pensando en lo prohibido y excitante que sería tener sexo con mi hijo, él era un chico muy tímido, no es ni gordo ni flaco, tenía amigos, pero nunca había llevado una mujer a la casa, ni siquiera como amiga, mi hijo tenía problemas para hablar con las mujeres y creo que tiene que ver con que estaba rodeado de ellas en la casa y no sabía bien como relacionarse con nosotras, la única conexión con mujeres que tenía mi hijo era con su familia y con el porno, cuando no me comía con los ojos se la pasaba en su cuarto con la laptop o en su celular viendo porno, varia veces lo he encontrado por accidente masturbándose, algunas veces entraba al cuarto y él se tapaba inmediatamente, desde ese momento respetaba más su privacidad y tocaba la puerta antes de entrar, pero una vez me levante en la madrugada y vi la luz de la pantalla de su computadora salir de su cuarto, entre con la intención de regañarlo pero lo vi masturbándose y el me vio, pero no paró, yo me quede petrificada, y sentí que pase una eternidad en la puerta viendo cómo se masturbaba, pero en realidad solo fueron un par de segundos lo que tarde en irme muy avergonzada y curiosa porque mi hijo no paro de masturbarse a pesar de saber que estaba ahí, inmediatamente me fui a mi cuarto y me masturbé fantaseando en lo rico que hubiera sido si entraba al cuarto y comenzara a chuparle la verga, me vine penando que mi hijo me cogía tan delicioso como su padre, de hecho es lo único que extraño de ese cabrón, y mi hijo se parecía mucho a él cuándo nos conocimos de jóvenes, pero seguía siendo mi bebé, de hecho tenia mis ojos y mi boca, pero la nariz de su padre y eso hacia toda la diferencia, además de su pelo rizado que me gusta tanto tener entre mis dedos cuando me dan sexo oral. En retrospectiva hubiera sido interesante haber entrado en esa ocasión, pero más adelante no perdería la oportunidad.

     La situación se ponía cada vez más candente, así que tenía que tomar una decisión, si parar en seco todo y tener una conversación con mi hijo del porque no podíamos tener sexo y exigirle que dejara de hacer todos los comportamientos incestuosos… o podía tener el mejor sexo de mi vida con mi hijo, yo hasta hoy creo que tomé la mejor decisión.

     Un fin de semana, en el que mi hija se iba a ir a la paya con sus amigas, y mi nieta se iba a ir con su papá, vi el momento perfecto para arriesgarlo todo, si todo salía bien conseguiría un nuevo amante, si salía mal todo podría irse a la mierda y la relación con mi hijo nunca volvería a ser igual, parece que no pero el riesgo realmente era muy alto para mí. Temprano en la mañana del sábado se llevó a mi nieta su papá y mi hija se había ido desde la noche del viernes, le preparé el desayuno a mi niño y puse la mesa para que desayunáramos juntos, me había puesto mi camisón que se transparentaba un poco y no traía nada de ropa interior abajo, me sentía casi desnuda, cuando entre a su cuarto para despertarlo ya estaba en su computadora jugando un juego mientras veía videos del juego en su celular, ni siquiera se dio cuenta de que entre, me acerque sigilosamente y le tome de los hombros dándole un ligero masaje mientras le decía al oído que el desayuno estaba listo y fuera a desayunar con mami, en cuanto me volteé para salir del cuarto él ya estaba detrás de mí y ni siquiera apago su juego. En la mesa comiendo, mi hijo no quitaba sus ojos de mis tetas que se transparentaban por el camisón, para tentarlo más me comí un plátano mientras lo veía y sus ojos estaban tan abiertos que parecía que se le saldrían de la cabeza, hablando de eso con el short que usa de pijama su pene durito se apreciaba muy bien, tomé valor y le pregunte si se había bañado el día anterior, el me respondió que no así que con una sonrisa perversa le dije que entonces le tocaba baño, se metió con normalidad, hasta puso su música, así que rápido me quite el camisón y entre al baño, primero no me noto por la música y que estaba con los ojos cerrados ya masajeándose su pene, penando en mi seguramente, así que abrí la regadera y ahora si me noto, creo que le saque el susto de su vida, pero inmediatamente me dio ahí enfrente del desnuda se quedó como piedra incluyendo su verga, puse mis manos en su pecho y le dije que me estaba asegurando de que se limpiara bien, tome el jabón y delo empecé a pasar por su verga, lo veía a los ojos y sabía que estaba a punto de venirse, así que pare y me puse jabón en las tetas, le dije que yo también estaba sucia y me limpiara, tome sus manos y las puse en mi pecho, paso sus manos por todo mi pecho enjabonándolo, mientras yo hacía gemidos suaves para excitarlo más, nos bañamos hasta dejarnos bien limpios, cerramos la regadera, tomamos las toallas, nos secamos lo que pudimos y pusimos las toallas en mi cama, él se sentó al bode de la cama y yo me arrodille para poder mamársela, me hice una cola de caballo y le empecé a masajear la verga, le dije que había sido un niño muy malo y el me respondió que no podía creer lo que estaba pasando y que su fantasía era hacerlo conmigo desde los 12 años, cosa que no puedo saber si es verdad, pero si mi hijo lo dice yo le creo, me excita más la idea de que me estuvo deseando más tiempo del que creía; tomé su verga y la empecé a besar, suavemente, pero de inmediato metí toda su verga en mi boca, mi hijo puso su mano en mi cabeza y le di una muy buena mamada, solo se escuchaban mis tragadas y mis gemidos, es como si todo el ruido hubiera desaparecido excepto por mi hijo y yo, mi niño me decía, mami no pares que se siente riquísimo, le dije que ahora era mi turno, así que ahora yo me senté y él se puso de rodillas, le dije que empezara a chuparme mi coño, el dudoso hizo su mayor esfuerzo, pero se notaba que no tenía nada de experiencia ni conocimiento, cosa que ya ha ido adquiriendo conforme lo hacemos, así que le dije que parara y se pusiere el condón que había puesto sobre mi libreo, ya estaba bien preparada, se lo puso y se montó encima mío, torpemente intento entrar pero ya con mi ayuda logro entrar riquísimo porque estaba muy mojada de estar teniendo sexo con mi hijo, además de que el condón estaba lubricado hijo, nos vimos a los ojos y el me cogía, con una mano se sostenía y con la otra me agarraba las tetas, paso sus manos por todo mi cuerpo, pero no nos atrevíamos a besarnos por alguna razón, después yo me monte encima de él y empecé a cabalgar su verga como no hubiera un mañana, lo único que besaba y chupa mi hijo eran mis tetas, es gracioso pensar que cuando era bebé hacia lo mismo jajaja. Me tomo del culo y empezamos a darle los dos juntos, el me cogía cada vez más duro y rápido y yo gemía de placer y movía mi culo arriba y abajo sobre la verga de mi hijo, mi coñito estaba en llamas y logramos venirnos al mismo tiempo, para serles sincera no es algo que nos pasé seguido, esa vez fue mágica y por eso se las quise contar, más que nada la situación y todo lo que venía detrás me dio una excitación sin igual aquella vez.

     Claro que después de aquella vez seguimos teniendo sexo y muy seguido, mi hija afortunadamente consiguió un trabajo y se fue a vivir con su novio de ese trabajo junto con mi nieta y aunque fue duro despedirme de ella, las cogidas que me mete mi hijo hace que se me quite la tristeza.