Me baño con mi hermano

 

Hola, mi nombre es Yazz, tengo 25 y les quiero contar mi historia con mi hermano.

Mi familia no es muy grande, vio con mis padres y mi hermano menor Oswaldo, yo siempre le digo “Os”, somos una familia muy unida, nos queremos y apoyamos mucho entre nosotros, salimos de vacaciones seguido gracias al trabajo de mi padre y madre, aunque esto hace que casi siempre nos dejen solos a Os y a mí, y yo como hermana mayor siempre lo cuidaba, él es 4 años menor que yo, en mi adolescencia me despegué un poco de él y de la responsabilidad de cuidarlo, pero lo quiero tanto que lo hago por instinto, cuando éramos niños nos bañábamos juntos en la regadera, no por nada morboso, simplemente nos parecía divertido y jugábamos dentro, obviamente me fije inmediatamente en su pene, no sabía que era así que lo tocaba constantemente solo por curiosidad. Pues resulta que un día estaba leyendo en la sala y mi hermano estaba jugando en su PlayStation, y de la nada me pregunto, ¿Oye hermana, te acuerda de cuando nos bañábamos juntos?, yo me quede muy extrañada, pero intrigada, ya ahora mi hermano es todo un hombrecito y no está nada mal la verdad, así que sin duda quería saber a donde quería ir con eso, le dije que si me acordaba que era divertido, el rio y volteo a verme, me pregunto si quería hacerlo de nuevo por los viejos tiempos, le sonreí y sin pensarlo realmente le dije que sí, el apago inmediatamente su play y fue por las toallas, yo no pensaba que quería hacerlo en ese instante, pero talvez lo hizo en caso de que yo quisiera cambiar de opinión, lo que él no sabía es que yo también estaba muy excitada. 

Cuando entré al baño Os ya estaba completamente desnudo preparado y solo esperándome, en lo primero que me fijé fue en su pene, que sin duda ya no era el de aquel niño pequeño, ahora su pene era el de un hombre, así que rápidamente yo también me quité la ropa rápidamente y me acerque lentamente a mi hermano por detrás mientras el abría la regadera, cuando salió agua cayó un poco fría así que mis pezones se pusieron duritos, mi hermano volteo a apreciarme toda, sobre todo mis tetas, era lo que más veía mi hermano, le dije si quería que nos enjabonáramos como cuando éramos niños y él con una expresión de completa felicidad al ver que le estaba siguiendo su jueguito, me dijo que si y tomó rápidamente el jabón y empezó a frotarme con sus manos todo mi cuerpo mi pecho, mis brazos, mi cintura, mi nalgas, mi espalda, y mis piernas, él no quería tocar mi vagina, pero le dije que le faltaba ahí y tome su mano enjabonada y la empecé a frotar con mi vagina para limpiarla bien, él se puso rojito, me acerque a su oído y le dije ahora me toca enjabonarte hermanito, tome el jabón y solo le empecé a enjabonar la verga que en ese punto ya estaba durísima, el empezó a hacer sonidos de placer y me decía que siguiera, que no parara, deje el jabón y la enjuague bien, me arrodille, lo voltee a ver y le dije que ahora se la iba a dejar reluciente, y le di una buena mamada, con mi lengua envolvía su pene y mis labios subían y bajaban por esa gran verga, el no pudo contenerse y se vino en mi boca, él se disculpó, pero yo le dije que no había problema, nos terminamos de bañar y salimos, y me dijo que iba a su cuarto a cambiarse, pero le dije que todavía no habíamos acabado, me metí con él a su cuarto y lo empecé a besar, su lengua se resistía un poco al principio, se dejó llevar y nos recostamos en su cama, yo encima de él sentía que su pene se comenzaba a parar de nuevo, le pregunté si tenía condones, pero al ver que no tuve que ir por unos a mi cuarto, el me pregunto si los usaba mucho, y le dije que ya era una experta, ya se le había bajado en lo que fui por los condones, así que le di una mamada para que se parara de nuevo, pero no funcionaba, hasta que me dijo que talvez si me chupaba las tetas se le pararía, así que le dije que me agarrara y me chupara las tetas y efectivamente funciono, le puse el condón y como loco quería metérmela, agarre mi lubricante y le use un poco en la verga y en mi coño, el parado y yo recostada boca arriba en la cama se acercó y  me metió toda su verga de una, hasta se me voltearon los ojos, empezó con mucho cuidado y cuando agarro confianza empezó a darme riquísimo, se acercó a besarme y me daba verga mientras yo lo abrazaba, le di un gran beso y le dije que ahora yo encima de él, cambiamos de posición y ahora yo me lo estaba montando riquísimo a él, el me agarraba las teta y se acechaba a besármelas constantemente, hasta que me agarro de las nalgas y me empezó a dar durísimo y yo a moverme igual hasta que los dos nos venimos.

Los dos exhaustos por el encuentro y  con su verga todavía dentro de mi nos abrazamos y besamos, después de unos minutos nos separamos y nos recostamos en la cama, él me dijo que estuvo grandioso, que yo estuve grandiosa, yo le dije que me encantaba su verga, el sonrió y yo me fui a bañar de nuevo por el sudor, Os obviamente también se metió y me enjabono toda de nuevo, lo besé le di las gracias por ayudarme y me salí a vestirme a mi cuarto para seguir leyendo en la sala, el salió de la casa a fumar y hasta ahí quedo ese encuentro, hasta ahora no lo hemos vuelto a hacer aunque fue muy reciente, y seguro lo volveremos a hacer, pero necesitamos estar completamente solos de nuevo, la verdad es que me encanta el incesto con mi hermano.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Sola en casa con mi hijo

Mis tíos swingers me convencen de unirme a ellos

Verdad o reto con mi padre