En la oficina de mi tía

Mi nombre es Fabián, tengo 18, mi tía Marcela tiene 34, ella trabaja en la unam en ciudad universitaria, yo estudio ahí, me gusta visitarla de vez en cuando, solo para verla y que me lleve a mi casa, ya que ella vive cerca de mi casa, ella es una mujer muy hermosa y me trae loco desde los 13 años, ella es de esas mujeres que sin saberlo (o tal vez sí) son calienta huevos, de las que te tocan mucho, te dan caricias y se pegan mucho a tu cuerpo, cada navidad y año nuevo se pone sus vestidos más sexys. Ella es divorciada, y siempre la veo con un hombre diferente, les saca el dinero y se consigue otro.

Ella trabaja en unas oficinas, ella es jefa o algo así, por lo que tiene su propia oficina, todo empezó un día que la fui a visitar, la vi coquetear con un compañero de oficina, a solas le pregunte si él era el siguiente afortunado (tengo una buena relación con ella como para hacerle ese tipo de comentarios) ella me respondió que no, que solo quería que le ayudara, me miro y se rio, le pregunte que era tan gracioso, ella me dijo que la miraba como si yo quisiera ser el “afortunado”, me reí y le dije que nada que ver, que yo ya tenía novia, ella me dijo que era una lástima, eso me puso al cien, pero no me atreví a responderle después de eso.

Unos días después fui otra vez a su trabajo, me pregunto cómo estaba mi novia, le respondí que bien y le enseñe unas fotos de mi novia, ella me dijo que era bonita, pero entonces me pregunto si ella era bonita, le dije que sí, ella me pregunto que si ella fuera más joven yo sería su novio, le dije que era mi tía así que no podía, ella me dijo que a ella no le importaba, miro mi reacción y me dijo que estaba bromeando.

Unas semanas después, de no pasar nada relevante, estaba en su oficina, en una silla mensajeándome con mi novia, mi tía se veía un poco estresada, tuvo una reunión temprano y la habían hecho enojar, cuando yo estaba ahí llego su jefa y la llamo a su oficina, cuando regreso se veía muy enojada, le pregunte si todo estaba bien, ella me miro, cerró la puerta con seguro y empezó a besarme, me sorprendió y mi primer reacción fue responderle el beso y tomarla por el culo, me senté en la silla y me la empezó a mamar, no nos decíamos nada, con la mirada salvaje que tenía me lo decía todo, la tome del pelo y la seguía besando, la hice mamar mi verga más profundo, se levantó la falda y se la metí, ella estaba bien mojada, le tape la boca para que no gritara tan fuerte y no nos escucharan, la puse de cara a su escritorio y me la cogí bien rico, fuerte, la tome del pelo y la jalaba, la tome del cuello y la besaba, mi verga entraba y salía muy fácil por lo mojada que estaba ella y lo duro que estaba yo, me volví a sentar en la silla y me dio unos buenos sentones, sus nalgas chocando contra mis muslos y nuestros jadeos era lo único que se escuchaba, era como si solo estuviéramos ella y yo en todo el lugar, sus movimientos de cadera hacían que me volviera loco, hasta que la puse en cuatro en el suelo, se curveaba como toda una puta, se la metí una y otra vez, hasta que no pude más y me vine dentro de ella, nos acostamos en el piso y nos besamos.

Nos vestimos de nuevo y fui al baño, regrese y ella estaba como si nada, seguía trabajando, hasta que se me ocurrió hablar, le dije que ahora que pasaría, ella me dijo que no le podía contar a nadie, ella se tomaría la pastilla del día siguiente y seria como si no hubiera pasado, desde entonces no lo hemos hecho de nuevo, pero nos seguimos mensajeando, nos compartimos fotos y mensajes calientes, yo espero que un día se me vuelva a hacer con ella.